Financiación pública para startups o capital riesgo. ¿Y los emprendedores qué?
Sin duda las EBTs (Empresas de Base Tecnológica) son las principales destinatarias de la mayoría de iniciativas de financiación pública para startups y empresas en desarrollo que están surgiendo en la actualidad. Buena prueba de ello es el programa Emprendedores en Red, que ha capitalizado la mayoría de las noticias sobre el emprendimiento estos días.
La Administración Pública tiene un especial empeño en impulsar este tipo de empresas como catalizadoras del desarrollo económico que necesita el país. Ya en mayo anunció una línea de 20 millones de euros a través de la Empresa Nacional de Innovación, S.A. (ENISA), que, pese a la actual rigidez presupuestaria del Gobierno, supone un incremento del 44% respecto a la ofrecida en 2010. Cifra que ratifica el interés de ENISA por las EBTs, a las que ha destinado 89,8 millones de euros desde su creación en 2004.
El impulso del Estado a la financiación pública para startups dirigida a la creación de empresas o a su desarrollo siempre es bienvenido. La discusión dentro del mundo del emprendimiento es cómo se materializan esas ayudas. El programa Emprendedores en Red concederá 35 millones de euros en préstamos a fondos y entidades de capital riesgo para fomentar inversiones en empresas de base tecnológica y lo que se preguntan muchos emprendedores es: “¿Y por qué no los concede esta financiación pública para startups directamente a las empresas y a los emprendedores?”
Pues también se hace. A través de organismos e iniciativas como ENISA, CDTI, Plan Avanza, INNPACTO, las SGRs, etc., la financiación pública para startups llega directamente desde la administración pública a los emprendedores y empresas. Frente a esta opción, lo positivo de esta iniciativa de canalizar 35 millones de financiación pública a través de los fondos de capital riesgo es que permite estimular la proliferación de este tipo de entidades y sus inversiones. Porque está claro que un fondo de capital riesgo consigue mayores rentabilidades apalancando su dinero con deuda; ahora, ¿cuántos bancos conoces que apuestan por las empresas de base tecnológicas? No necesito respuesta. También lo puedes mirar desde esta perspectiva: si un fondo dispone de 5 millones de euros para invertir en 10 empresas y la financiación pública le acompaña en, vamos a decir, 5 millones para simplificar la operación… pues ya son 20 empresas las que se benefician gracias a esta clase de medidas.
En definitiva, si las rentabilidades aumentan y el dinero en el sector del emprendimiento se multiplica con deuda disponible, los que salen beneficiados son los emprendedores. A ver si con iniciativas como ésta empezamos por fin a oír menos esa famosa frase de “en EE.UU. sí que invierten en emprendedores…”.
Regístrate para acceder a todos nuestros resúmenes y eBooks sobre financiación pública e inversores:
