Noruega usa por primera vez quitanieves autónomos en sus aeropuertos
Todos percibimos y pensamos que los países escandinavos son progresistas, de mente abierta y, en general, no temen dar ese salto adelante. Representan la sociedad de Europa, primera democracia y capitalismo. Ellos lideran el mundo en muchos esfuerzos de desarrollo humano, ciencia y desarrollo social.
Cada invierno, los problemas con la nieve provocan muchos vuelos retrasados y pasajeros varados en todo el mundo. Los quitanieves autónomos ahora se han probado por primera vez en un aeropuerto de Noruega, una forma de limpiar la nieve de manera más efectiva.
La compañía sueca Semcom, es la primera compañía en despejar la nieve de una pista usando quitanieves autónomos. Los quitanieves son máquinas regulares equipadas con comunicaciones 4G y GPS con el objetivo de aumentar la eficiencia y minimizar los retrasos. En marzo de 2018, lo anterior se puso a prueba en Oslo, con gran éxito, como se puede ver en en este video
Este es otro gran ejemplo del uso de la tecnología autónoma y como señaló Markus Granlund de Semcom: “Este es un buen ejemplo de cómo los vehículos autónomos pueden aumentar la rentabilidad y agregar valor a las personas”.
Las máquinas fueron desarrolladas por Yeti Snow Technology, un equipo copropietario de la firma sueca de desarrollo de productos Semcon y el fabricante noruego de equipos Øveraasen. El resultado fue los primeros quitanieves sin conductor que, con 20 metros de largo y 5,5 metros de ancho, pueden limpiar un área de 357,000 metros cuadrados cada hora.
La prueba se llevó a cabo en el aeropuerto de Fagernes en Leirin, Noruega, a 200 kilómetros al norte de Oslo. Mientras que las Islas Británicas y partes de Europa se han visto seriamente afectadas por la tormenta ‘Bestia del Este’, Escandinavia siempre ha tenido una relación más sana con la nieve.
Mientras que una cantidad extraordinaria de atención y enfoque mediático apunta a accidentes, errores de prueba y tecnología sin conductor en forma de automóviles de pasajeros, avances como los demostrados en Oslo hace unos días demuestran que muchos beneficios de la autonomía se pueden encontrar lejos de la carretera.
Artículo de Nicholas Kalavas traducido del original de Y mobility
