Variables clave para seleccionar préstamos para startups
Los préstamos para startups atienden a un criterio diferente de selección que el de una empresa que ya lleva recorrido en el mercado. Esto se debe a que se trata de una empresa emergente que busca su hueco en el mercado y que, a ojo de los posibles financiadores o prestamistas, supone una operación de elevado riesgo.
En ese sentido, la financiación es uno de los principales retos con el que tiene que lidiar una startup a lo largo del tiempo. A continuación veremos qué tipos de financiación existen, cuáles son las variables clave a tener en cuenta y por qué es imprescindible para una startup conocer ENISA.
Tipos de financiación para startups
Atendiendo a la tipología de la financiación, hay que diferenciar entre financiación interna y externa.
La financiación interna o autofinanciación está integrada por aquellos recursos financieros que la empresa genera por sí misma, sin necesidad de tener que acudir al mercado financiero. La constituyen las reservas o retención de beneficios, amortizaciones y provisiones.
Por otro lado, la financiación externa está formada por aquellos recursos financieros que la empresa obtiene del exterior, bien sea emitiendo acciones (ampliando su capital), emitiendo obligaciones (con lo cual la empresa se endeuda), acudiendo al mercado de crédito para obtener préstamos a corto, medio o largo plazo, o con opciones mixtas que incluyan una parte de deuda más otra de equity (Venture Debt).
Si bien la más utilizada por la startup es la financiación interna en forma de beneficios que esta genera con su actividad, no siempre es suficiente para financiar toda la actividad empresarial. Por esta razón, se deben conocer las fuentes de financiación externas para complementar o, en su caso, sustituir, a la financiación interna cuando se requiera.
En la siguiente tabla se presentan las principales fuentes de financiación externas para una startup.
Sin entrar en detalle en cada una de ellas, podemos distinguir si la financiación proviene de instituciones bancarias, instituciones públicas, o de inversores privados y venture capital.
También cabe resaltar que existen ayudas y subvenciones para startups, otorgadas principalmente por instituciones públicas. No obstante, no son una fuente de financiación sólida de por sí, ya que se trata de un incentivo o dinero que llega mucho después de haber realizado los desembolsos necesarios.
Variables clave de los préstamos para startups
Tras haber visto los diferentes tipos de fuentes de financiación externa que existen, hay que distinguir las variables clave que compondrán el préstamo solicitado.
- Tipo de interés: el precio del dinero medido en porcentaje y, normalmente, de forma anual. Puede ser un tipo fijo o un tipo variable. Además, la mayoría de las veces vendrá referenciado a un índice como es el Euríbor. No confundir con interés, medido en unidades monetarias (euros, dólares, etc.).
En el caso de una startup, hay que tener muy en cuenta el tipo de interés, ya que en la mayoría de los casos, alegando que es un negocio incipiente y de alto riesgo, el tipo de interés puede ser elevado. - Plazo: el tiempo que tenemos para devolver un préstamo. Se le conoce también con el nombre de periodo de amortización.
Para una startup es fundamental que el plazo sea largo, ya que así tendrá el tiempo suficiente para generar los fondos necesarios para devolver el préstamo. - Cantidad: el dinero de por sí que se pondrá a disposición de la startup.
Es importante que la startup conozca de antemano el importe y el destino de la financiación, ya que denota que tiene un objetivo en mente, para lo cual ha desarrollado un plan específico y elaborado un listado de necesidades concretas. - Carencia: el retraso o aplazamiento del pago del capital, no así de los intereses.
Tal y como ocurre con el plazo, es importante que el préstamo incluya un periodo de carencia, en el cual la startup no amortizará capital y solo pagará los intereses. - Garantía: contrato que asegura el cumplimiento de una obligación. En el caso de una startup, se le exigirá, en la mayoría de los casos, una garantía o aval que asegure la devolución del préstamo en caso de impago.
El préstamo participativo ENISA
Teniendo claro las variables a considerar en los préstamos para startups, vamos a ver el caso particular del préstamo participativo ENISA. Esta institución pública brinda apoyo a las startups en todas sus fases de vida: desde sus creación, siguiendo su crecimiento y llegando a su consolidación. Para ello, utiliza como instrumento el préstamo participativo.
Tomando todas las variables claves en el préstamo participativo de ENISA tenemos que:
- Tipo de interés: hay un tipo fijo y un tipo variable. El tipo fijo es de 3,25 o 3,75 + Euribor, en función de la línea de financiación. Y el tipo variable va ligado a los beneficios netos anuales de la empresa, por lo que si no hay beneficios no se aplica este tipo de interés. Tiene un límite del 8%.
- Plazo: hasta 9 años en el mejor de los casos, aunque lo normal suele ser de 4 a 6 años.
- Cantidad: desde los 25.000€ hasta 1.500.000€. Dependerá de la línea de financiación y si la empresa tiene una antigüedad mayor o inferior a 2 años.
- Carencia: hasta 7 años en el mejor de los casos, aunque lo normal es de 2 a 3 años.
- Garantía: ninguna. Esta es la gran ventaja que ofrece ENISA frente a cualquier otra opción de financiación. La viabilidad del proyecto determina su garantía y, por tanto, su concesión.
Tras revisar las variables claves para seleccionar préstamos para startups, y aplicar estas en el préstamo participativo de ENISA, queda claro que toda startup debe conocer este tipo de financiación que ofrece esta institución pública.