Se puede definir a la inversión de impacto en startups como una inversión específica en startups, efectuada con la intención de generar además de una rentabilidad financiera, un impacto social y medioambiental positivo y medible. Más allá de la rentabilidad que exige cualquier inversión, existe una lógica detrás la inversión de impacto en nuestro ecosistema de startups: cualquier inversión en una startup puede tener una serie de efectos positivos y/o negativos en la sociedad y el medio ambiente.

Es por ello, que cada vez más existe una corriente inversora (tanto privada como institucional), que busca influir positivamente con sus actos (inversiones) en dichos efectos. La característica fundamental es que se basa en la intención de obtener impacto por parte del inversor, no de la startup invertida. No significa que la startup no tenga la intencionalidad de crear impacto positivo, si no que no es requisito para ello, lo crítico para ser considerado inversión de impacto es la intencionalidad del inversor.

Aunque el ecosistema de startup siempre suele ser el primer activador de tendencias de inversión, y el volumen de la inversión de impacto se duplica año tras año, es evidente que para cumplir con los retos de sostenibilidad que tenemos a nivel mundial, la inversión de impacto en startups no es suficiente, ya que por sí sola, carece de la escala necesaria para proporcionar el volumen de inversión que requieren los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Tres son los principales retos a los que se enfrenta la inversión de impacto, y se desprenden de su propia definición:

El primero es la intencionalidad del inversor.

Aunque empieza a haber cierto consenso al respecto, todavía nos encontramos ante la falta de criterios y estándares, por lo que cada inversor de impacto tiene su propia forma de interiorizar y explicar cómo entiende la inversión de impacto.

El segundo es la catalogación de una startup de impacto. Al no tener una definición clara de lo que significa intencionalidad, resulta enormemente complejo clasificar y englobar startups de impacto. Por ejemplo, Dealroom considera que una startup de impacto es una empresa que está abordando uno o más de los ODS, y con ese criterio y de manera manual, han logrado mapear 9.000 startups. No tener un sistema de catalogación claro, nos puede hacer perder muchas oportunidades de inversión.

El tercero tiene que ver con cómo se mide el impacto. El inversor de impacto pide, lógicamente, métricas que cuantifiquen tanto la parte financiera, como la de impacto. Si bien, ya vemos métricas de impacto (por ejemplo reducción de emisiones de CO2), son pocas las startups que puedan contar con métricas estándar para definir y cuantificar indicadores de impacto asociados a su negocio. En este sentido, queda mucho camino por recorrer en lo relativo a sistemas medición del impacto generado por cada startup. 

El foro de inversión de impacto es una iniciativa destinada a aportar valor a los emprendedores e inversores de startups de impacto que se encuentren, o vayan a hacerlo, en el proceso de búsqueda de inversión y financiación de sus proyectos.

En cada edición intentaremos contar con la presencia de varios referentes de la inversión de impacto en startups en España, incluyendo a inversores privados, gestores de aceleradoras y asociaciones de apoyo al emprendimiento, así como Business Angels, que nos ayudarán a tener una perspectiva global de los retos y las oportunidades de encontrar fondos para startups que generen impacto, y a entender qué es la inversión de impacto en startups para los inversores que invierten con intencionalidad de impacto. 

Además, se seleccionará para el evento un pitch de una startup de impacto que explique cómo ha construido y validado su sistema de medición de impacto, de cara a ayudar a otros emprendedores a construir el suyo.